viernes, 6 de noviembre de 2015

FRASES: Psicosis

Éstas son algunas de las frases que he marcado mientras leía la novela, tras pasar por el control antispoiler:


+  ¡Si al menos no tuviera que escucharla! Pero tenía que hacerlo, sabía que no podía rebelarse, que siempre tendría que escucharla.


+ —Sé lo que estás pensando, Norman. Te conozco muy bien, muchacho; más de lo que imaginas. Estás pensando que te gustaría matarme, ¿eh? Pero no puedes, porque no tienes arrestos para hacerlo. Soy yo quien tiene la fuerza; siempre he tenido bastante para ambos. Por eso no te desharás nunca de mí, aunque quisieras hacerlo de verdad.


+ —No le permiten fumar, ni beber, ni tener relaciones con muchachas… ¿Qué hace, además de ocuparse del parador y cuidar a su madre?

   
+  —No está loca —repitió—, y me tiene sin cuidado lo que usted y los demás puedan pensar. Tampoco me importa lo que dijeron los médicos del hospital. Si pudieran, certificarían su locura en un santiamén y la encerrarían en un manicomio; sólo necesitan mi consentimiento. Pero no lo tendrán. Y no lo tendrán porque yo sé. ¿Lo comprende usted? Yo sé y ellos no saben. Ignoran cómo me cuidó, cuando nadie se interesaba por mí; ignoran cómo trabajó y sufrió por mí, y los sacrificios que hizo. Si su comportamiento resulta ahora un poco extraño, mía es la culpa. Cuando me dijo que quería volver a casarse, yo se lo impedí. ¡Sí, lo hice! No es necesario que me hable de celos, de sentimientos dominantes. Yo era mil veces peor de lo que ella haya podido ser jamás. Estaba diez veces más loco que ella, si prefiere esa palabra. Me hubieran encerrado en un santiamén, si hubieran sabido las cosas que dije e hice y la forma en que me porté. Por fin, logré sobreponerme. Pero ella, no. ¿Y quién es usted para decir que hay que encerrar a alguien? Creo que todos nos volvemos un poco locos, a veces.

+ Pero ¿qué sabía, en realidad, de Mary? La noche anterior se había convencido de que comprendía muy poco a su novia. Sabía tan poco de ella que incluso la había confundido con otra, en la penumbra. Se dijo que era curiosa la forma en que damos por sentado que sabemos cuanto hay que saber de otras personas, por el simple hecho de verlas con frecuencia o estar unidos a ellas por lazos emocionales. (...). En un momento dado, nunca falta quien, por uno u otro motivo, obrara del modo más opuesto a lo que de él cupiera esperar.

+ Norman acabó de afeitarse y después se volvió a lavar las manos. Había observado que durante la última semana algo le obligaba a lavarse las manos con frecuencia. Sentimiento de culpabilidad. Como lady Macbeth. Shakespeare sabía mucha sicología. Norman se preguntó si también había sabido otras cosas. Estaba el fantasma del padre de Hamlet, por ejemplo.
   Pero no tenía tiempo de pensar en aquello entonces. Debía abrir el parador


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